UNA ESPITOLA AL
ESTUDIANTE DE ASTROLOGIA HORARIA (W. Lilly)
Amigo mío, quienquiera que seas, tú que con tanta facilidad
recibirás el beneficio de mis duros estudios, tú que intentas
proseguir en este
conocimiento celestial de los astros: en primer lugar, considera
y admira al Creador, dale gracias, sé humilde, y no dejes que el
conocimiento natural, por muy profundo o trascendente que éste
sea, exalte tu mente para descuidar esta Divina Providencia, por
cuyo orden y designio todas las cosas celestiales y terrenales
tienen su movimiento constante; cuanto más se amplíe tu
conocimiento, más ensalzarás el poder y la sabiduría del
Todopoderoso. Lucha por preservar su favor, porque cuanto más
sagrado sea tu Arte, más cercano a Dios, más puro será el juicio
que darás.
Huye del orgullo y la presunción, recuerda que en los primeros
tiempos ninguna criatura irracional osaba ofender al hombre en
el Macrocosmos, abandones, oh, hombre, a tu Dios: considera tu
propia nobleza; porque todas las cosas creadas, tanto presentes
como venideras, creadas para tu bien. ¡Cuánta supremacía,
privilegios y ventajas te ha otorgado! Tú puedes
contemplar los cielos, concebir el movimiento y magnitud de las
estrellas, tú hablas con los ángeles, con el mismo Dios. No
dejes, pues, que la vergüenza deforme tu naturaleza, o no te
hagas merecedor de tales dones, o te prive de ese gran poder,
gloria y bendiciones que te ha concedido.
En tu diaria conversación con los cielos, instruye y forma tu
mente de acuerdo a la imagen de la Divinidad: aprende todos los
ornamentos de la virtud, sé instruido en ella suficientemente;
sé humanitario, cortés, familiar, con todos, fácil de acceder;
no aflijas al desgraciado con el terror de un dictamen cruel y
ruega a Dios para que te impida hacerlo; sé cívico, sobrio, no
codicies riquezas, da limosna al pobre, tanto en dinero como en
dictamen, no dejes que la riqueza mundana te induzca a juicios
erróneos haciéndote deshonrar el arte. Sé parco al emitir
juicios contra el bien común en el que vives, evita la ey y la
controversia. No seas extravagante, o deseoso de saberlo todo.
Sé fiel, tenaz, no traiciones los secretos de nadie, no
desalientes si hablan mal de ti. Enseña a todos los hombres a
vivir bien, y sé t mismo un buen ejemplo.
William Lilly
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