Escuela Internacional de Astrología: Manual de Instrucciones para el Manejo del Programa AstroChart PV 7.0

Indice Ayudas AstroChart Ayudas Módulo 1 Ayudas Módulo 2 Ayudas Módulo 3 Ayudas Módulo  4
 

UNA ESPITOLA AL ESTUDIANTE DE ASTROLOGIA HORARIA (W. Lilly)

Amigo mío, quienquiera que seas, tú que con tanta facilidad recibirás el beneficio de mis duros estudios, tú que intentas proseguir en este
conocimiento celestial de los astros: en primer lugar, considera y admira al Creador, dale gracias, sé humilde, y no dejes que el conocimiento natural, por muy profundo o trascendente que éste sea, exalte tu mente para descuidar esta Divina Providencia, por cuyo orden y designio todas las cosas celestiales y terrenales tienen su movimiento constante; cuanto más se amplíe tu conocimiento, más ensalzarás el poder y la sabiduría del Todopoderoso. Lucha por preservar su favor, porque cuanto más sagrado sea tu Arte, más cercano a Dios, más puro será el juicio que darás.

Huye del orgullo y la presunción, recuerda que en los primeros tiempos ninguna criatura irracional osaba ofender al hombre en el Macrocosmos, abandones, oh, hombre, a tu Dios: considera tu propia nobleza; porque todas las cosas creadas, tanto presentes como venideras,  creadas para tu bien. ¡Cuánta supremacía, privilegios y ventajas te ha  otorgado! Tú puedes contemplar los cielos, concebir el movimiento y magnitud de las estrellas, tú hablas con los ángeles, con el mismo Dios. No dejes, pues, que la vergüenza deforme tu naturaleza, o no te hagas merecedor de tales dones, o te prive de ese gran poder, gloria y bendiciones que te ha concedido.

En tu diaria conversación con los cielos, instruye y forma tu mente de acuerdo a la imagen de la Divinidad: aprende todos los ornamentos de la virtud, sé instruido en ella suficientemente; sé humanitario, cortés, familiar, con todos, fácil de acceder; no aflijas al desgraciado con el terror de un dictamen cruel y ruega a Dios para que te impida hacerlo; sé cívico, sobrio, no codicies riquezas, da limosna al pobre, tanto en dinero como en dictamen, no dejes que la riqueza mundana te induzca a juicios erróneos haciéndote deshonrar el arte. Sé parco al emitir juicios contra el bien común en el que vives, evita la ey y la controversia. No seas extravagante, o deseoso de saberlo todo. Sé fiel, tenaz, no traiciones los secretos de nadie, no desalientes si hablan mal de ti. Enseña a todos los hombres a vivir bien, y sé t mismo un buen ejemplo.

William Lilly